viernes, 28 de mayo de 2010

LIQUIDOS INFLAMABLES Y COMBUSTIBLES (1ºparte)


La primera condición para el almacenamiento de líquidos inflamables y combustibles es la construcción de recipientes debidamente proyectados y herméticos que permitan la descarga de los vapores cuidadosamente. En esta parte y en las siguientes se establecen las medias básicas de seguridad para el almacenamiento y manipuleo de los líquidos inflamables.

La instalación de los tanques puede ser aérea o subterránea. La aberturas y canexiones con los tanques para ventilación, medición, llenado y extracción pueden originar riesgos, si no están debidamente protegidas.

Si los tanques están debidamente construidos, bien instalados y cuidados, el almacenaje de líquidos infalables y combustibles encierra menos peligros que su transporte o trasvase.

TANQUES PARA ALMACENAMIENTO AÉREO

Los tipos de tanques de almacenaje son muy variados. Pueden dividirse en tres categorías:

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Tanques atmosféricos para presiones de 0 a 4 kPa.
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Tanques de almacenamiento para bajas presiones de 4 a 103 kPa.
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Depósitos para presiones mayores a 103 kPa.

A continuación se enumeran las principales características que deben reunir estos tanques.

CONSTRUCCIÓN:

El grosor de la chapa metálica utilizada para construir los tanques no sólo depende de las necesidades de resistencia al peso del líquido, sino también de la tolerancia adicional por la corrosión. Para almacenar líquidos corrosivos, el grosor especificado de la chapa metálica de la envoltura aumenta según la vida útil prevista del tanque.

Las inspecciones periódicas permiten averiguar el grosor de la chapa metálica del tanque y establecer los límites de seguridad de utilización que eviten la aparición de esfuerzos excesivos en la envoltura. La inspección de los tanques para observar corrosión pueden efectuarse visualmente, por perforación o calibración, por dispositivos de ultrasonido o con agujeros de goteo, en función de la experiencia adquirida almacenando productos similares. Los dispositivos sónicos utilizan el principio del tiempo necesario para reflejar las ondas sonoras. Estos instrumentos revelan rápidamente cualquier diferencia en el grosor del metal y son sumamente útiles para inspeccionar superficies grandes con muchos puntos susceptibles de corrosión. Los agujeros por goteo son perforaciones de pequeño diámetro realizadas hasta cierta profundidad en la envoltura del tanque . El principio de este sistema está basado en que la reducción del espesor de la pared a nivel del agüero parcialmente perforado origina fugas o filtraciones antes de que la corrosión haga peligrar la intregridad y resistencia de la totalidad de la envoltura del tanque.

Para construir tanques se utiliza generalemente acero u hormigón. Salvo en los casos que el líquido a almacenar exija otros materiales. Estos materiales resisten el calor producido por un incendio. El empleo de materiales poco resistentes al calor como los de bajo punto de fusión, puede dar como resultado la rotura del tanque y la propagación del incendio.

INSTALACIÓN:

Existen diversas normativas, de acuerdo a los lugares de emplazamiento de los tanques, que indican las distancias desde los tanques hasta los límite de los terrenos linderos, otras edificaciones, la vía pública, etc. Otros factores que se contemplan es la protección contra incendio, los sistemas de extinción y control a utilizar , etc. En nuestro país la Ley 19.587, en su decreto 351/79 estable las medidas generales a tener en cuenta el almacenamiento de líquidos inflamables.

Por otro lado la Norma Internacional de la NFPA 30, Código sobre líquidos inflamables y combustibles, establece también las principales medidas a contemplar para el almacenamiento de estos líquidos.

VENTILACIÓN:

Los tanques necesitan para funcionar generalmente ventilación adecuada, que tenga en cuenta las operaciones de llenado y vaciado y la máxima dilatación o contracción posible del contenido en función de la temperatura. Los conductos de ventilación obstruidos o mal dimensionados pueden originar la rotura de los tanques debido a la presión interna, o bien su hundimiento debido al vacío interno.

Al llenar los tanques, los conductos de ventilación despiden vapores inflamables. Si la mezcla es bastante rica o si el emplazamiento del conducto de ventilación es tal que los vapores expulsados pueden constituir un riesgo, hay que conducir dichos vapores mediante tuberías hasta un lugar en que su disipación no sea peligrosa. No deben descargarse los vapores cerca de las puertas o ventanas, ni cerca de fuentes potenciales de ignición.

VENTILACIÓN DE EMERGENCIA:

Además de los conductos de ventilación para el funcionamiento normal, la mayoría de los tanques aéros necesitan conductos de emergencia para descargar la presión interna al producirse incendios debajo o alrededor. Si los tanques carecen de las descargas necesarias, pueden generar presiones elevadas por exposición al calor exterior suficientes para originar (BLEVE) (explosión de líquidos hirvientes que expanden vapores). Estas explosiones no son frecuentes, pero sus resultados son desastrosos en vidas humanas y en daños materiales. Para evitarlas, es preciso emplear las descargas adecuadas de la presión que permiten evacuar los vapores y quemarlos en los conductos de ventilación, evitando así la rotura de los tanques.

Las ventilaciones para descarga de emergencia abarcan desde las tapas sueltas hasta costruras débiles de unión entre cubierta y envoltura, pasando por las cubiertas flotantes, los discos de roturas o los habituales conductos de ventilación para descarga de emergencia protectados para este fin.

El peligro de rotura de los tanques debido a la presión interna cuando estan expuestos a un incendio depende, en gran parte, de las características del líquido, ls dimensiones y tipo de tanque y de la intensidad y duración del fuego. Cuanto más pequeño sea el tanque o menor el volumen de líquido en él contenido, menor será el tiempo que tardará en producirse la explosión BLEVE al exponer el tanque al fuego.

CIMENTACIONES Y APOYOS:

Las cimentaciones para los tanques deben ser sólidas y los apoyos adecuados. Normalmente, los tanques verticales suelen instalarse en plataformas ligeramente elevadas que proporcionan un apoyo adecuado y generalemente por encima del nivel del suelo circundante para proteger el fondo del tanque del agua existente en la zona.

Los pilotes o apoyos de acero situados debajo de los tanques que contienen líquidos inflamables tienen que estar protegidos con materiales resistentes al fuego con una resistencia mínima de dos horas.

SISTEMAS DE CONTENCIÓN:

Para evitar que los líquidos contenidos en los tanques lleguen hasta cursos hídricos o terrenos contiguos, en caso de rotura, se deben instalar medios adecuados que controlen cualquier derrame.

El procedimiento más frecuente consiste en situar el tanque en un terreno pendiente. En este caso el terreno debe contar con diques o zanjas que puedan dirigir los vertidos hacia zonas alejadas de los tanques y ser recolectados en una pileta o tanque auxiliar para almacenarlos sin peligro.

Otro sistema son las cubas de contención construídas alrededor de los tanques para impedir la dispersión del líquido. Estas paredes pueden ser de hormigón o acero y deben resistir la presión lateral a la altura máxima del líquido. Al rodear varios tanques grandes con una sola cuba se suele instalar paredes intermedia entre los tanques. Estas impedirán que los pequeños derrames lleguen a poner en peligro a los demás tanques dentro del recinto. Los pequeños derrames generalmente se dan por fugas de las válvulas o las conexiones o a rebosamientos de los tanques demasiados llenos. Para proyectar las cubas, se tiene en cuenta la máxima cantidad de líquido que puede salir del tanque más grande dentro del recinto, suponiendo que esté lleno.

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