viernes, 28 de mayo de 2010

LIQUIDOS INFLAMABLES Y COMBUSTIBLES (2ºparte)


TANQUES PARA ALMACENAMIENTO SUBTERRÁNEO

CONSTRUCCIÓN:

La construcción de los tanques subterráneos deben proyectarse para resistir con seguridad el desenvolvimiento de sus funciones normales, teniendo en cuenta la presión de la tierra, la del pavimento o la ocasiondas por eventual tráfico de vehículos.

Los tanques pueden construirse de hormigón sin revestir para almacenar líquidos cuya densidad relativa supere los 40 grado API. Para almacenar líquidos que tengan una densidad relativa más baja, hay que utilizar tanques de hormigón con revestimiento interior, siempre que éste sea compatible con el líquido almacenado y presente una adherencia correcta al hormigón.

INSTALACIÓN:

Los tanques subterráneos se consideran generalmente el medio más seguro de almacenaje. Pueden enterrarse fuera o dentro de edificios. Los tanques enterrados por debajo de edificios deben tener las bocas de llenado y los conductos de ventilación al exterior de los muros del edificio. Los tanques deben ser situados sobre cimentaciones sólidas y rodeados de tierra blanda o arena bien compacta.

Los tanques necesitan protección contra los posibles daños originados por la carga de tierra situada encima y las cargas producidas por las cimentaciones de edificios y el tráfico de vehículos. Normalmente si los tanques están bien sostenidos por su parte inferior y entrerrados a la profundidad adecuada, no necesitan ninguna protección especial. Sin embargo, los tanques situados en zonas donde las cargas sea superiores a las normales pueden necesitar pavimento o una cobertura adicional en tierra.

Para proteger las tuberías sometidas a cargas o vibraciones puerjudiciales, suelen utilizarse camisas, carcasas o conectores flexibles que garanticen la integridad de la tubería.

La vida útil prevista normalmente para tanques subterráneos de acero debidamente instalados, varía entre 15 a 20 años. Al ser instalados en suelos corrosivos sin las precausiones adecuadas, pueden presentar fugas en menos de tres años. El suelo que rodea el tanque es muy importante. Algunos pueden ser sumamente corrosivos debido a su composición química o a la humedad que contienen, sobre todo si la tierra utilizada para el relleno contiene restos de obras, cenizas, u otros materiales extraños, aunque sean cantidades pequeñas. La utilización de un relleno homogéneo y de revestimiento protectores prologan la vida útil de los tanques y las tuberías de acero.

La corrosión electrolítica en los tanques y sistemas de tuberías que sean conductores eléctricos puede surgir en distintos puntos donde estén conectados metales con potenciales electroquímicos diferentes, tales como el acero y el latón. Se deben eliminar las conexiones entre dos metales diferentes para evitar la corrosión galvánica.

Los tanques de material plástico reforzados con fibra de vidrio utlizados en instalaciones subterráneas eliminan los problemas de corrosión que presentan los tanques de acero. Sin embargo, para instalar estos tanques hay que seguir rigurosamente las instrucciones del fabricante. Cuando se use este tipo de tanques, hay que tener cuidado de que los líquidos almacenados en ellos no destruyan el plástico del que está hecho el tanque.

Los tanques necesitan anclajes o lastre, si el nivel local de las aguas freáticas es alto o puede subir debido a inundaciones.

Las proximidades de los tanques a la cimentación de un edificio no es directamente representativa de los peligros que puede representar para el edificio en caso de fuga. Algunas fugas de tanques subterráneos han recorrido varios kilómetros (1,6 Km) antes de penetrar en un edificio. Si se sospecha de la existencia de fugas en un tanque, éste tiene que ser sometido a una prueba hidrostática con el mismo líquido habitualmente almacenado.

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